DEL FEMICIDIO A LA XENOFOBIA

El femicidio traspasó a la xenofobia, alimentada por el mismo presidente del República (en lugar de haber optado por una posición más  equilibrada y crítica) al manifestar que habrían controles más rigurosos a los venezolanos en la frontera, a raíz de esa disposición, cientos de ecuatorianos salieron a las calles a desalojar a venezolanos de sus casas, quedando  demostrado que la violencia genera más violencia. En la mayoría de los casos (como este) se debió esperar a que llegue la justicia y no “buscarla” por mano propia.

Estoy segura que la mejor manera de erradicar el femicidio es con la educación que se imparte en los hogares, ya que  la familia es el principal componente para el buen funcionamiento de la sociedad. Esta educación debe mejorar para erradicar esa ideología machista y estereotipada con roles de género que aún prevalece en nuestro país. 

Es importante recalcar que el femicidio no es una problemática de nacionalidades. El agresor, violador y asesino no es definido por su procedencia, sino por las actitudes (machismo) y  acciones que llevan a definirlo como tal. Es decir, que el caso de Diana no es  un problema migratorio. 

En lugar de avanzar como sociedad, seguimos teniendo pensamientos retrógradas y accionares violentos